¿Alguna vez te contaron una serie tan desalentadora de desgracias? No son las dificultades grandes de la vida las que exigen más de nuestro carácter. Cualquiera puede erguirse ante una crisis y enfrentar valerosamente una tragedia aplastante; pero hacer frente a los mezquinos azares del día con la sonrisa en los labios... Opino que eso sí requiere mucho denuedo. 
Ese tipo de carácter es el que pienso desarrollar en mí. Voy a hacer de cuenta que toda la vida no es sino una partida que debo jugar con tanta habilidad y limpieza como me sea posible. Si pierdo, me encogeré de hombros con una sonrisa... y también lo haré si gano. 
Sea como fuere, sabré tomar las cosas como se presenten. 

Papaíto Piernas Largas.