jueves, 6 de marzo de 2014

En otras palabras

No tengo que ser tan así.
Nunca tengo que ser como los otros, pero tampoco ser tan como soy.
Ambas están mal. Ambas están bien.
Lloro, grito. Es lo mismo.

Nunca tan limpia, pero tampoco sucia.
No tan lejos, pero tampoco tan cerca.
Sin exceso de palabras, sin ausencia de ellas.
Una carretera de doble sentido.

En otras palabras, tengo que dejar de ser yo.
Son diferentes señales que llevan siempre a lo mismo.
¿Quién camina mis zapatos? ¿Un extraño o yo?
Grito, lloro. Ya no es lo mismo.

¿Vale la pena sentir así?
En otras palabras,
Tengo que dejar de verme tan afectada.
Si al final el sendero lo camino yo.

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