Yo encontré un ángel.
No pensaba encontrarlo, creo que iba en busca de otra cosa, de otras cosas. Pero él vino y me abrazó. Los ángeles abrazan fuerte, y te dan esa sensación indescriptible, traen paz.
Lo lindo de los ángeles es que no vienen para completarte, como una "media naranja". Vienen para complementarte, para complejizarte, no es lo mismo, una "otra mitad" vendría a completar aquello que alguien tiene incompleto, y yo me veo bastante completa. Pero sí necesito un complemento, aquello que se agrega para hacerme mejor, para ver lo que yo no veo, para mejorar aquello que es simple y hacerlo complejo.
Los ángeles vienen de otro mundo distinto, vienen de vivir cosas distintas. Por eso te abren la mente, y el corazón también. Y te muestran su mundo sólo con una mirada.
Un día descubrí que ellos también tienen heridas sin contar, tienen algo en la mirada que te dice que hay más. Pero sin embargo, igual ellos aman, igual abrazan, igual se dan.
Y yo tengo mi ángel, por fin lo pude encontrar...
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